ebook_ADHD2019_spanish
cuencia resulta en una recurrencia problemática de los síntomas. Se recomienda, después de realizar una evaluación clínica completa y de descartar otras causas de hipertensión, administrar o cambiar el tratamiento a guanfacina o clonidina (las cuales disminuyen la TA) o tratar la hipertensión de forma independiente. 7 Por supuesto, esto no puede ocurrir a menos que el problema se identifique. Debido a lo descrito previamente, es necesario registrar la frecuencia cardiaca y presión arterial en casa visita de seguimiento y cotejar los datos con las tablas estandari- zadas por edad y sexo. 9 AJUSTE Y CAMBIOS DE TRATAMIENTO. Cuando existe falla en la respuesta a un tratamiento farmacológico en particular o cuando el paciente es incapaz de tolerar los efectos secundarios, es necesario que se considere ajustar la dosis o cambiar de tratamiento. En general, mientras los problemas pueden ser reconocidos en un primer nivel de atención, los cambios en el plan de tratamiento usualmente deben ser llevados a cabo por los especialistas de las áreas de salud mental o de pediatría. Esto es particularmente cierto cuando la falta de respuesta es esperada y existen consideraciones especiales que deben ser analizadas de forma previa a la toma de decisiones. Estas pueden incluir la revisión de la dosis (siempre es necesario asegurar la administración de una dosis adecuada previo al cambio de tratamiento), la evaluación de aspectos relaciona- dos al apego y la toma del medicamento (la entrevista motivacional puede ayu- dar a incrementar el apego a las formulaciones de acción corta y extendida) y la evaluación diagnóstica. Es importante asegurarse que la aparente no respuesta, no se deba a algún trastorno comórbido o algún problema que no esté actualmente siendo tratado. Estas y otras preguntas que deben considerarse previo al cambio de tratamiento están descritas en el Cuadro 5.2. Para el tratamiento con estimulantes, la regla general es que el 70% de los pacientes tendrán una adecuada respuesta clínica con metilfenidato y 70% a de- rivados de anfetamina, además entre el 90 y el 95% de los pacientes responde- rán adecuadamente a uno u otro tratamiento (claramente no todos aquellos que presenten adecuada respuesta clínica tolerarán el medicamento). Aunque no es frecuente, en algunos casos, el antecedente de efectos adversos a un tratamiento estimulante puede predecir problemas similares con otros. Cuando un paciente ha fallado en la respuesta o ha presentado intolerancia a los efectos adversos del primer estimulante, es correcto considerar el cambio a un medicamento de otra clase (ej. cambio de metilfenidato a algún derivado de anfetamina o visceversa). Es importante considerar que en algunos pacientes, en particular aquellos que han presentado efectos secundarios, pueden sentirse incómodos con el cambio a otro estimulante, lo cual siempre debe ser tomado en cuenta. 116 Rohde, Buitelaar, Gerlach & Faraone (editores)
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